El PP de Valladolid considera que Carlos Martínez es el cómplice necesario para que el “sanchismo” dirija el PSOE de Castilla y León
Carlos Martínez ha adoptado la estrategia de confrontación y desprecio hacia Valladolid y Castilla y León, siguiendo la línea marcada por Óscar Puente y el líder del PSOE, Pedro Sánchez. Una vez más, queda demostrado que los intereses del Partido Socialista están por encima de los ciudadanos vallisoletanos.
Así lo ha manifestado Mercedes Cantalapiedra, secretaria general del PP de Valladolid y número uno al Congreso de los Diputados por nuestra provincia.
Su designación es fruto de un “dedazo” de Pedro Sánchez, lo que pone de manifiesto la falta de democracia interna dentro del PSOE de Valladolid y Castilla y León. La ausencia de primarias confirma el control absoluto del aparato socialista, imponiendo candidatos sin el respaldo de la militancia.
Esta decisión, según Cantalapiedra, impuesta desde Ferraz, evidencia que el socialismo en nuestra comunidad sigue sometido a los dictados de Pedro Sánchez y su entorno. Valladolid y Castilla y León no pueden depender de un PSOE incapaz de organizar un proceso interno transparente y participativo. Si alguien tiene dudas, que le pregunte a Luis Tudanca.
Los vallisoletanos necesitamos un proyecto político serio y consensuado, liderado por personas con capacidad de gestión y propuestas reales. No podemos permitir que las decisiones que afectan a nuestra tierra se tomen en despachos de Madrid o, peor aún, en Waterloo. No podemos depender de un presidente acorralado por la corrupción e incapaz de gobernar.
El PSOE está protagonizando una trama de corrupción sin precedentes en nuestra democracia, avalada por todos aquellos que siguen y defienden a Pedro Sánchez, como Óscar Puente y Carlos Martínez.
Este fin de semana, el PSOE celebrará un congreso con el único objetivo de contentar a su militancia, no a los ciudadanos. Mientras tanto, Óscar Puente continúa castigando a Valladolid, una ciudad que no le dio su confianza para seguir como alcalde.
La reciente presentación de la remodelación de la estación de trenes de Valladolid es un claro ejemplo de su prepotencia y falta de diálogo. Este proyecto no responde a las verdaderas necesidades de los vallisoletanos, sino a la imposición de Óscar Puente. Ni siquiera ha habido consenso con las administraciones, la Junta de Castilla y León o el Ayuntamiento. Peor aún, no se ha contado con la voz de los más de 90.000 vecinos que necesitan una integración real al otro lado de la vía.
Frente a la falta de rumbo del PSOE, el Partido Popular de Valladolid y de Castilla y León representa un modelo de gestión eficaz, seriedad y estabilidad. Mientras ellos se enredan en congresos internos, nosotros seguimos gobernando y ofreciendo resultados.
Porque a más Carlos Martínez y Óscar Puente, más Fernández Mañueco, más Jesús Julio Carnero y más Conrado Íscar.
Y a más Pedro Sánchez y José Luis Rodríguez Zapatero, más Alberto Núñez Feijóo.